lunes, 15 de octubre de 2012

La sirenita Paula




             En el mar que se esconde tras el sol viven innumerables seres mágicos y divertidos, como las Sirenas. Entre todas estas sirenas esta la historia Paula, la Sirenita Paula.


             A Paula le gustaba galopar en su caballito de mar, es que , como todos saben, hasta que las sirenas cumplen 150 años, no son mas grandes que un caracol...lo cual es lógico si piensas que una familia Sirena cuenta con un papá, una mamá, y entre 300 o 400 hijitos...pero sigamos con Paula.
            Paula es la mayor de sus hermanos y siempre intenta escapar de ellos, a la pobre Paula  le quitan su peine especial o sus estrellitas. Por lo que lo que le gusta es salir a jugar con sus amigas. Explorar, hablar, y tener desafíos nuevos. Aunque Paula tubo un largo camino para aprender a superar desafíos. Todo empezó una mañana en que galopó sobre su caballito de mar siguiendo a sus amigas.
            Ese día querían escalar la gran roca del tiburón...bueno, no era tan grande, pero para unas sirenitas pequeñas era enormísima. Primero fue Carmen, cogió impulso y llegó a la mitad, justo donde estaba un alguita azul. Luego fue Sara, que llegó un poco mas arriba.
            En el turno de Paula, cogió impulso apretó los puños y subió y subió moviendo su colita muy rápido, tan rápido que se enredó en el alga azul al pasar. Paula sintió el tirón en la cola y el dolor llego de pronto. Carmen y Sara fueron a ayudarla.
.-¿Estás bien?-. Preguntó Carmen al ver que Paula no hablaba...pero en ese momento, tras la roca una sombra las envolvió. Era el padre de Paula, un tritón considerablemente grande para todos los tritones, más para una sirenita como Paula. Sara corrió y le contó lo ocurrido  Paula y su caballito fueron donde su Padre y montaron en su mano.
.-¿Qué pasa Paula?-.Dijo papá al ver que no hablaba.
.-Quiero irme a casa-.. Sentenció finalmente la pequeña.



Se fueron en silencio.

Al llegar a casa estaban los 346 hermanos de Paula enredados en el dorado pelo de su madre, que intentaba alcanzar una babosa sobre los corales de la cocina, le costaba porque tanto medio pecesillo hace cosquillas y la babosa era muy rápida, para ser babosa.



            Al girarse se movió de tal forma que salieron todos los tritoncitos y sirenitas a las barbas del padre. Las mamás siempre saben si algo pasa...incluso las mamas sirenas, que tienen entre 300 y 400 hijos, pueden decir con exactitud el estado de animo de sus pequeños.
            Por lo que al ver los ojos llorosos de Paulita   mamá miró a papá que intentaba, en vano, quitarse a un triton rebelde de la oreja y este se dio media vuelta .El padre se fue a contar medusas con los otros hermanos y ambas se quedaron solas entre los corales.

.-Cuéntame-. Dijo mamá Pero Paula no quiso hablar.La sirena mamá comenzó a cocinar en silencio mientras la babosa se escondía tras una estrella de mar...para una hija, el silencio de una madre, aunque sea una hija sirena...es irresistible y solo se rellena con confesiones.
.-Lo que pasa, dijo Paula, es que...es que...intentando subir la roca del tiburón, esa grande...una alga me pillo la cola y me hizo daño...
Después de un rato de silencio la madre dijo .- No puede ser muy grave, intentalo otra vez, pero evita el alga.-
No puedo.- respondió Paula
.- ¿Por qué?-
.- Me da miedo-.

La madre soltó la concha con la que limpiaba .-Vamos sirenita-. Continúo la madre-. Aveces hay que intentarlo aunque tengas miedo, eso se llama desafío.-
.- Pero me da miedo.- repitió la sirenita .- Además no nado bien y....- la madre interrumpió cogiéndola del brazo y sonriendo, así la saco de casa.

Al llegar a la roca estaban Carmen y Sara .- Hola Paula.- Dijo una .- Ya llegamos al final de la roca-. Dijo la otra.

La Sirena mamá tomo a la pequeña de la mano...vamos a hacerlo juntas. Paula movía su colita a toda prisa...para no perder el impulso.
.-Paula-. dijo mamá,.-mira como lo hago...ves, no es rápido y corto, es lento y largo, asi controlas tu extremidad y no tropiezas con algas-.
La sirenita miraba nadar a su madre y comenzó a imitarla, pero los hombros no le obedecían.
             La madre sonriente cogió cada hombro.-Vamos, derecha, izquierda...lento-. Y poco a poco Paula controlo la velocidad de su cola y sin darse cuenta alcanzó a la cima.




Al llegar arriba vio que estaba su padre con sus hermanos que fueron tras de mamá dejando tras de si un caminito de bubujas .- Bravo Paula-. Dijo papá.
            Paula contenta, sonrió, pero al buscar a sus amigas para contar su asaña,vio que ellas estaban dando volteretas por las corrientes. El corazón se le encogió y volvió donde el tritón, que la miraba aun sonriente. Él se le acercó al oido y le  dijo.- Tranquila sirenita, mañana yo te lo enseñaré.-

Y así fue como Paulita, con  tiempo y esfuerzo fue consiguiendo todas sus metas...tenia suerte, mamá y papá siempre la ayudaban y empezó a aceptar desafíos.



Ahora con sus amigas están en un reto... enseñando a montar en caballito a sus 346 hermanitos, para que mamá y papá duerman una siesta.



Y Cantarín Cantado,
 este cuento se ha acabado.

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