En el mar que se esconde tras el
sol viven innumerables seres mágicos y divertidos, como las Sirenas. Entre
todas estas sirenas esta la historia Paula, la Sirenita Paula.
A Paula le gustaba galopar en su
caballito de mar, es que , como todos saben, hasta que las sirenas cumplen 150
años, no son mas grandes que un caracol...lo cual es lógico si piensas que una
familia Sirena cuenta con un papá, una mamá, y entre 300 o 400 hijitos...pero
sigamos con Paula.
Paula
es la mayor de sus hermanos y siempre intenta escapar de ellos, a la pobre
Paula le quitan su peine especial o sus
estrellitas. Por lo que lo que le gusta es salir a jugar con sus amigas.
Explorar, hablar, y tener desafíos nuevos. Aunque Paula tubo un largo camino
para aprender a superar desafíos. Todo empezó una mañana en que galopó sobre su
caballito de mar siguiendo a sus amigas.
Ese
día querían escalar la gran roca del tiburón...bueno, no era tan grande, pero
para unas sirenitas pequeñas era enormísima. Primero fue Carmen, cogió impulso
y llegó a la mitad, justo donde estaba un alguita azul. Luego fue Sara, que
llegó un poco mas arriba.
En
el turno de Paula, cogió impulso apretó los puños y subió y subió moviendo su
colita muy rápido, tan rápido que se enredó en el alga azul al pasar. Paula
sintió el tirón en la cola y el dolor llego de pronto. Carmen y Sara fueron a
ayudarla.
.-¿Estás bien?-. Preguntó Carmen al
ver que Paula no hablaba...pero en ese momento, tras la roca una sombra las
envolvió. Era el padre de Paula, un tritón considerablemente grande para todos
los tritones, más para una sirenita como Paula. Sara corrió y le contó lo
ocurrido Paula y su caballito fueron
donde su Padre y montaron en su mano.
.-¿Qué pasa Paula?-.Dijo papá al
ver que no hablaba.
.-Quiero irme a casa-.. Sentenció
finalmente la pequeña.
Se fueron en silencio.
Al llegar a casa estaban los 346
hermanos de Paula enredados en el dorado pelo de su madre, que intentaba
alcanzar una babosa sobre los corales de la cocina, le costaba porque tanto
medio pecesillo hace cosquillas y la babosa era muy rápida, para ser babosa.
Al
girarse se movió de tal forma que salieron todos los tritoncitos y sirenitas a
las barbas del padre. Las mamás siempre saben si algo pasa...incluso las mamas
sirenas, que tienen entre 300 y 400 hijos, pueden decir con exactitud el estado
de animo de sus pequeños.
Por
lo que al ver los ojos llorosos de Paulita
mamá miró a papá que intentaba, en vano, quitarse a un triton rebelde de
la oreja y este se dio media vuelta .El padre se fue a contar medusas con los
otros hermanos y ambas se quedaron solas entre los corales.
.-Cuéntame-. Dijo mamá Pero Paula
no quiso hablar.La sirena mamá comenzó a cocinar en silencio mientras la babosa
se escondía tras una estrella de mar...para una hija, el silencio de una madre,
aunque sea una hija sirena...es irresistible y solo se rellena con confesiones.
.-Lo que pasa, dijo Paula, es
que...es que...intentando subir la roca del tiburón, esa grande...una alga me
pillo la cola y me hizo daño...
Después de un rato de silencio la
madre dijo .- No puede ser muy grave, intentalo otra vez, pero evita el alga.-
No puedo.- respondió Paula
.- ¿Por qué?-
.- Me da miedo-.
La madre soltó la concha con la que
limpiaba .-Vamos sirenita-. Continúo la madre-. Aveces hay que intentarlo
aunque tengas miedo, eso se llama desafío.-
.- Pero me da miedo.- repitió la
sirenita .- Además no nado bien y....- la madre interrumpió cogiéndola del
brazo y sonriendo, así la saco de casa.
Al llegar a la roca estaban Carmen
y Sara .- Hola Paula.- Dijo una .- Ya llegamos al final de la roca-. Dijo la
otra.
La Sirena mamá tomo a la pequeña de
la mano...vamos a hacerlo juntas. Paula movía su colita a toda prisa...para no
perder el impulso.
.-Paula-. dijo mamá,.-mira como lo
hago...ves, no es rápido y corto, es lento y largo, asi controlas tu extremidad
y no tropiezas con algas-.
La sirenita miraba nadar a su madre
y comenzó a imitarla, pero los hombros no le obedecían.
La madre sonriente cogió cada hombro.-Vamos,
derecha, izquierda...lento-. Y poco a poco Paula controlo la velocidad de su
cola y sin darse cuenta alcanzó a la cima.
Al llegar arriba vio que estaba su
padre con sus hermanos que fueron tras de mamá dejando tras de si un caminito
de bubujas .- Bravo Paula-. Dijo papá.
Paula
contenta, sonrió, pero al buscar a sus amigas para contar su asaña,vio que
ellas estaban dando volteretas por las corrientes. El corazón se le encogió y
volvió donde el tritón, que la miraba aun sonriente. Él se le acercó al oido y
le dijo.- Tranquila sirenita, mañana yo
te lo enseñaré.-
Y así fue como Paulita, con tiempo y esfuerzo fue consiguiendo todas sus
metas...tenia suerte, mamá y papá siempre la ayudaban y empezó a aceptar
desafíos.
Ahora con sus amigas están en un
reto... enseñando a montar en caballito a sus 346 hermanitos, para que mamá y
papá duerman una siesta.
Y Cantarín Cantado,
este cuento se ha acabado.
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