lunes, 22 de octubre de 2012

El día que conocí a Nimué

            El primer día que me escapé de un sueño para poder contar historias a los niños, me encontré con una chiquilla con un Balón naranja. Ella estaba empeñada en meter la pelota en un aro en lo alto de un palo, bote, tras bote...tiraba y no había forma. Entonces opté por ayudarla, para eso estaba ahí (según yo)...asi fué que le pedí al viento el favor que llevara la pelota a su sitio, refunfuñando, el viento lo hizo. Menuda frustración cuando la pelota al pasar por el aro calló al suelo. La niña sin darse cuenta de mi hazaña  siguió botando la pelota...

-Eh, niña.- Dije invadida por mi decepción.- ¿Se puede saber para qué lanzas esa pelota a ese aro, si se vuelve a caer?-. La niña se acercó,  me miró lentamente y sonrió. -¡Que bonitas alas tienes!-. Dijo sonriendo, de pronto frunció en seño.-¿Tú levantaste la pelota?-...ante esos ojos de reproche me di cuenta que no le había hecho un favor.-No-. Respondí.- Fué el viento-. El viento rugió fuerte y me levantó el vestido en clara señal de protesta...la niña se echó a reír.
- Me llamo Nimué, ¿tú quien eres?-

- Soy Clara, un hada de cuentos-.

- ¿Y no has jugado nunca al baloncesto?-
-¿ Balon qué? -.

- Si eres un Hada de cuentos debes saber jugar a todo...- Me increpó, y tenía razón es una de las asignaturas básicas de un hada.

- Soy experta en el parchís.- Respondí orgullosa.

- La verdad.- dijo Nimué .-Es que no tengo con quién entrenar, si te enseño ¿Juegas conmigo?-

Demás está decir lo que respondí. Ese día aprendí lo que es encentar, marcar, puntos...vamos, lo que es el baloncesto. No os podéis imaginar cuanto grité y corrí, la primera regla que me impuso fué no usar ni las alas, ni el viento, cosa que me parecía injusta; Es que esa pelota no hacía lo que yo quería y Nimué parecía que conversaba con ella. ¿No serás de esas hadas modernas, un Hada del baloncesto? pregunté sospechando de sus habilidades. Nimué reía.


De pronto, junto a la cancha, vi a un niño y al gnomo Andrés.

.-Hola Dani-. Dijo Nimu- te presento a Clara.-

-Hola Clara.- Dijo el niño y luego se dirigió a Nimué susurrando-¿Sabes que tiene alas?-

-Ahhh...si, pero tranquilo, no las usa para jugar.- Le respondíó la niña con soltura mientras veía como se acercaba el Gnomo directo a mi, le dí el balón a Nimu preparada para el reproche.

- Señorita Hada clara, no está autorizada a salir de los sueños, aún no ha aprobado todos los cursos, además...- Nimu lo interrumpió.- No la riña señor-. Dijo la niña defendiéndome .-sólo me ayuda a jugar-.


Nimu, le arrojó la pelota a Dani y yo intenté quitársela, jugamos un rato...pero El Gnomo tocó un silbato que no se de dónde sacó. Entonces volé hacia la cesta y de pié en el aire le dije .- Jugaremos en tus sueños-. Y ahí la dejé, y yo volví a la escuela dónde gracias a Nimu, saqué un sobresaliente en deportes de balón. 

Pero de vez en cuando me vuelvo a escapar para verla crecer y la veo jugar a su juego...y aún hoy, cuando llega a la canasta, me pregunto si será una de estas hadas modernas, un tipo de hada del baloncesto.


Y COLORIN CANTADO ESTE CUENTO HA ACABADO.




2 comentarios:

  1. K precioso Dani, me he emocionado lo k no se ha escrito, la niña de las imágenes es mi hija!!! Muchas gracias por ese regalo tan bonito.
    tkm

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  2. De nada, espero que a la protagonista le guste. Besos.

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