En un
rosal de rosas rosa nació un día una rosa amarilla. El resto de las rosas
intentaban alejarse de ella y la ocultaban al paso del jardinero, ya que les
avergonzaba aquel ser que rompía su igualdad.
La rosa
amarilla estaba triste, pero ya ni siquiera se daba cuenta, se había
acostumbrado a que la humillen, es que no sabía lo que era ser querida,
cuidada, protegida; Nuestra amarilla rosa, se sentía culpable por ser diferente.
Pero un día,
una rosa...rosa, como todas las demás, la vio escondida bajo la mata, casi no
le llegaba el sol.
- ¿Que
haces ahí hermana?-. Preguntó la rosa
rosa.- Ven arriba a tomar el sol.
Entonces
una rosa mas grande y gorda se interpuso.- La rosa amarilla no puede subir...no
queremos que nadie la vea...acaso no ves lo fea que es...entorpece nuestro
orden y en nuestro orden esta nuestra belleza.
Pasaron
los días, y la rosita rosa, rozaba cada día con sus pétalos a la amarilla y
disimuladamente, se movía para que la luz del sol llegara a su débil hermana.
Amarilla era diferente, la fuerza del sol y ese cariño la hicieron firme y de
pétalos sedosos.
Así fue,
que un día el Jardinero pasó por el jardín y al fijarse, vió a “amarilla”.
Entonces, la cortó.
- Te lo
dije.- Sentenció la rosa gorda a la rosita que miraba triste como se llevaban a
su amiga. Pero de pronto el jardinero le hizo un corte en el tallo y la dejó en
la ventana, en un tubo con agua.
Pasaron
los días y rosita miraba desde lejos a “Amarilla”, día a día el jardinero miraba
la punta del tallo. Hasta que una tarde la plantó en un sitio especial del
jardín.
Las rosas
la miraban con envidia, pero aprendieron que ser distinto es ser bello de manera
diferente.
Y COLORÍN CANTADO...ESTE CUENTO SE HA ACABADO...
Y COLORÍN CANTADO...ESTE CUENTO SE HA ACABADO...
que bonita!
ResponderEliminarGracias wapa!!
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